sábado, 2 de enero de 2016

Año de la Misericordia

Acaba de empezar un nuevo año en el calendario gregoriano.

Según la Iglesia Católica, se va a celebrar el Año de la Misericordia.

¿Qué es la Misericordia? Según se define, la Misericordia es la inclinación a sentir compasión por los que sufren y ofrecerles ayuda.

¿Qué es la compasión? Es el sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo.

Pero la misericordia no es sentir pena. Yo tengo muchas penas. Noto que el respeto de los unos a los otros va desapareciendo. Observo que se producen daños irreparables con el uso de las palabras. Incluso más que con los actos.

Siento que los que se dedican a la Política les falta nivel. Hay excesiva confrontación que llega a los ciudadanos a través de los medios de comunicación que en su afán de seguir ganando dinero han optado por hacer titulares de noticias que lo único que hacen es engañar a mucha gente, para que la gente comparta esos titulares en las redes sociales y así obtener visitas cuando, tontos ellos, había un maravilloso agregador de noticias de Google y decidieron que no funcionara en España.

Ahora quítate tú que me pongo yo, que yo tengo las soluciones para la gente. Y yo digo que luego tendrán que tener el visto bueno de los que mandan en Bruselas, de Obama, Putin y de los chinos que, a su vez y por encima de ellos, mandan los llamados lobbies,  grupos de presión sobre gobiernos y empresas especialmente a lo relativo a decisiones políticas y económicas.

El dinero. Maldito el que lo inventó aunque sea "la cosa" por la que se mueve la mayoría de la gente que, para muchos muy tarde cuando llega el ocaso de sus vidas, cambiarían todas sus fortunas por adquirir algún producto que les diera la vida. El poder y la imposición -por lo civil o lo criminal- de las ideas de unos sobre otros en esta torre de Babel. La unión hace la fuerza y muchos viven empeñados en usar la fuerza para que no estemos unidos porque les produce algo a lo que llaman "beneficio". Permíteme el beneficio de la duda de que ese sea el buen camino por el que andar en la vida.

La misericordia tiene que empezar por nosotros mismos. No podemos dar lo que no tenemos. Hay que tener presente que cada uno somos distintos, que es lo bueno y a la vez no tan bueno pero no por ello tiene que ser malo. Hay que aprender a vivir y, a la vez, hay que saber que esta vida mundana no es eterna, que tarde o temprano termina.

Nos falta motivación pero no dejemos de lado la tarea de hacer nuevos propósitos de enmienda para este nuevo año que comienza.

Salud y paz.


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